lunes, octubre 02, 2017

Antonio Machado / Retrato















Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
   Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido *
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
   Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
   Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
   Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
   ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
   Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
   Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
   Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

[1906]

Antonio Machado (Sevilla, España, 1875- Collioure, Francia, 1939), "Campos de Castilla (1907-1917)", Poesías completas, Espasa Calpe, Colección Austral, Madrid, 2007

* Miguel Mañara (Sevilla, 1627–1679), burgués gentilhombre, impulsor de la obra benéfica del hospital e iglesia de la Santa Caridad, su apellido pasó a ser sinónimo de seductor debido a sus propias alusiones a ese respecto. El Marqués de Bradomín es una ficción de Ramón del Valle Inclán. También, un Don Juan católico. (Nota del Administrador)

2 comentarios:

  1. Gracias por el recuerdo.Una genialidad: "Soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.".

    ResponderBorrar
  2. " Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito."
    Marchaste hacia el exilio " ligero de equipaje".
    Es España la que está aún en deuda contigo, querido Machado.
    Contigo y con tantos que perecieron lejos , hoy sepultados en el olvido.

    ResponderBorrar